Queres ir a un lugar distinto?

Desde chicos nos enseñaron que las apariencias engañan. Y nunca fue más cierto que en Tegui, un restaurante que se esconde detrás de un muro repleto de stencils de colores y una puerta negra. O en Florería Atlántico, un bar de paredes despintadas con dibujos de monstruos marinos en el subsuelo de una florería de Recoleta, y al que se accede a través de una puerta de heladera.
Aunque por su descripción parecen lugares alternativos, el primero pertenece a uno de los chefs más reconocidos de la ciudad, y el segundo a uno de los principales bartenders de la noche porteña.
Estas dos propuestas, de primer nivel y dirigidas a un público exigente y sofisticado, eligieron presentarse con elementos del mundo “under”, como el stencil, y los dibujos en las paredes. Sin embargo, a través de un trabajo cuidadoso, lograron combinar estos elementos sin perder la elegancia.
Esto sucede porque hay una tendencia por alejarse de los estilos clásicos o tradicionales y optar por propuestas más descontracturadas. Es por esto que muchos lugares que nacieron con un espíritu alternativo hoy están a la moda y reciben a un público que en otro momento no hubiera ido.

Florería Atlántico

Detrás de una puerta de heladera, en una florería boutique de la calle Arroyo, se esconde este bar de estilo portuario. Con paredes desgastadas y descascaradas, y dibujos de bestias marinas, hechos por el dueño del lugar, este bar ofrece una de las mejores barras de la ciudad. Gracias a la experiencia del reconocido bartender Tato Giovannoni, quien estuvo a cargo de las barras de Gran Bar Danzón y Sucre, entre otros, se pueden probar tragos inspirados en las olas inmigratorias que recibió la Argentina, como la italiana o española, y los sabores que influenciaron nuestras bebidas.
Detrás de una puerta de heladera, en una florería boutique de la calle Arroyo, se esconde este bar de estilo portuario. Con paredes desgastadas y descascaradas, y dibujos de bestias marinas, hechos por el dueño del lugar, este bar ofrece una de las mejores barras de la ciudad. Gracias a la experiencia del reconocido bartender Tato Giovannoni, quien estuvo a cargo de las barras de Gran Bar Danzón y Sucre, entre otros, se pueden probar tragos inspirados en las olas inmigratorias que recibió la Argentina, como la italiana o española, y los sabores que influenciaron nuestras bebidas.
Dónde: Arroyo 872
Precios: Tragos entre $50 y $70 y los platos van desde $40 hasta $110
Lo mejor: Los tragos italianos, el bloody mary y el gin tonic. Para comer el pulpo, el pescado entero a la parrilla y los mariscos.
El dato: Venden flores, discos de pasta y vinos. Además, es bike friendly.

Tegui

Aunque desde afuera parece una casa abandonada, o un bar under, es un restaurante de cocina de autor muy elegante. Es tan exclusivo que el chef y dueño del lugar, Germán Martitegui, quiso que estuviera escondido y que la gente llegara a través del boca en boca. Para contribuir con el enigma, en la página web solo aparece la dirección, el teléfono y el mail. Por eso, muchas personas cuando llegan piensan que se confundieron de lugar, y algunos no se animan a entrar.
Es muy interesante el contraste entre el exterior, callejero y de muchos colores, con el interior, muy elegante y en blanco y negro. Es ideal para sorprender a una persona querida o para festejar un evento muy especial. La cocina del restaurante está a la vista.
Dónde: Costa Rica 5852
Lo mejor: El lomo argentino cocido al vacío y puré de papa al carbón. Entre los tragos el gin and roses y el berries mint julep
El dato: La carta se consulta por teléfono y cambia cada 15 días.

Mundo Bizarro

Grotesco, retro, trash, extraño, insólito, sexy y tan feo que es lindo. Así es este bar, cuyo nombre define mejor que cualquier otro adjetivo lo que es. Está iluminado con luces coloradas, con una ambientación rara y es un espacio ideal para los que buscan un lugar diferente. Entre los objetos más extraños hay cabezas de ciervos con cuernos, una soga de ahorcar colgada del techo e ilustraciones lujuriosas. También hay detalles de grafittis y stencils en los baños.
Cuando abrió hace 15 años en Palermo, en la época en que todavía no estaba de moda esa zona y no había tanta oferta gastronómica, a mucha gente le costó aceptar el estilo “raro”. Sin embargo, hoy es uno de los bares más concurridos del barrio y es considerado una de las mejores barras de Buenos Aires.
Dónde: Serrano 1222
Precios: Los tragos están a partir de $48, las hamburguesas $58 y las fajitas $66
Lo mejor: Entre los tragos el California cooler. Para comer la hamburguesa ranch deluxe y las fajitas de pollo y carne
El dato: Happy hours todos los días hasta las 23.00 y los lunes sushi